La pandemia del coronavirus está haciendo temblar la sociedad como un terremoto. Desde que comenzó, apenas nada sigue igual que antes. En esta extraña carrera por salir de su alcance, por librarnos del contagio mientras llegan las ansiadas vacunas, salimos menos, gastamos menos y esperamos.
Pero mientras esperamos, el tiempo pasa y la actividad económica se asfixia. En los informativos resuena el clamor de la hostelería pidiendo ayuda para sobrevivir, empresas emblemáticas de todas las ciudades cierran, los bancos andan como locos presionando a sus clientes para que se queden con ellos o cierren sus cuentas… y mientras tanto, a la gente en general se le pide que mantenga la calma y que acepte con normalidad algo que a todas luces no lo es.
En Benalmádena, el turismo, su principal motor económico, cayó un 60% en los últimos meses. A principios de agosto, se anunciaba que el emblemático Tívoli World entraba en concurso de acreedores y ahora, hace apenas unos días, también ha cerrado el Club de Hielo. Son malos tiempos para casi todo.
Aun así, hay algunas personas que se plantean lanzarse a la tormenta y emprender una actividad económica
Jessica Samboni abrió su salón de belleza en Málaga en el mes de julio. En aquel momento, todos habíamos salido hacía poco más de un mes del confinamiento y respirábamos con un poco más de libertad, pero sin quitarnos la mascarilla ni la incertidumbre.
«La verdad, tuve miedo por el tema de la pandemia. Siempre he tenido la esperanza de que iba a mejorar«.
Jessica tenía muy claro que iba a montar esta empresa. Esteticista de 30 años y madre de un chico de 9, aprovechó los meses que estuvo confinada en su casa para definir el proyecto que tenía en mente y trabajar en él hasta hacerlo realidad. Para recorrer este camino, Jessica contó con los consejos y el asesoramiento de los talleres de emprendimiento ‘Vives Emprende’ impartidos en el edificio Innova de Benalmádena. Era la primera vez que ponía en marcha un negocio propio.
A principios de verano, su salón de belleza, ‘Satis Lash & Beauty’ era una realidad abierta al público en calle Sondalezas, en Málaga. La joven empresaria confiesa que al principio tuvo que aprender muchas cosas nuevas (“Aún sigo aprendiendo”) pero contó con la inestimable ayuda de su madre, también esteticista, que le echó una mano mientras cogía el ritmo.
“Ella tiene su propio negocio y estaba de vacaciones en ese momento. Como emprendedora, la verdad es que me siento muy afortunada porque tuve el apoyo de mis padres, que fueron los que me ayudaron en todo momento”.
Pero Jessica también había adquirido un bagaje importante en los talleres de emprendimiento. Sobre todo, no olvida las lecciones acerca de cómo organizarse con todos los gastos y también algo fundamental para un negocio de estética, la proyección de la imagen en redes sociales.
“Por ahora, no he tenido pérdidas, excepto el mes de octubre que si fue muy flojo. Para empezar, la verdad es que ha ido muy bien. Pensé que no iba a poder cubrir ni, aunque fuera, los gastos, pero gracias a Dios no ha sido así”.
Después de medio año como empresaria, en medio de unas condiciones que desalentarían a cualquiera, la joven esteticista está muy ilusionada. “Estoy con ganas de ir innovando en el mundo de la estética. Cada día se hace más grande y puedes prestar muchos servicios, por lo que quiero seguir preparándome”.
“Lo importante es sacar adelante mi proyecto y al comienzo es complicado, pero hay que persistir”.
Emprender para sobrevivir: Vives Emprende Benalmádena
En el edificio Innova de Benalmádena, se desarrollan desde 2015 diversos talleres para preparar a emprendedores e impulsar su lanzamiento. Uno de ellos es el proyecto ‘Vives Emprende’, organizado por la ong Acción Contra el Hambre y dirigido a personas en situación económica vulnerable. Y es que, emprender, no está solo ligado a una mayor ambición económica o el deseo de construir un proyecto personal. Emprender es otra forma más de buscarse la vida cuando el mercado laboral ofrece pocas oportunidades.
La edición de Vives Emprende 2019-2020, cuando aún no había llegado la Covid-19 a España, contó con una docena de participantes provenientes de distintos puntos de la provincia de Málaga. A mitad del calendario del curso, la epidemia que había comenzado en la lejana China ya se había convertido en pandemia y los talleres se suspendieron. Momentáneamente al menos.
Manejar una empresa obliga a adaptarse y el profesor de los talleres, Daniel Nuñez, se volcó en adaptar la preparación a la nueva realidad. Los talleres, que continuaron on-line, hicieron hincapié en aquella edición en el manejo de las redes sociales y de la presencia en internet. En la edición que comenzó en octubre de 2020, los participantes también han recibido formación para interactuar en una sesión de networking (relaciones de trabajo y contactos) en un entorno completamente virtual a través de un avatar. La media docena de participantes de varias ciudades de Andalucía asistieron a la Feria virtual de empresas y entidades ‘Cultivando empleo’ donde pudieron interactuar con su alter ego digital con más de 500 personas.
‘Vives Emprende Benalmádena’ es un proyecto organizado por Acción Contra el Hambre, cofinanciado por el Fondo Social Europeo, Ayuntamiento de Benalmádena y Fundación La Caixa, y que cuenta con la colaboración de la Junta de Andalucía y ACEB.
A nivel nacional, un 35% elabora su plan de empresa.
El 12% de los participantes ponen en marcha sus negocios.
En sus 5 años de funcionamiento, se han construido 565 negocios en toda España.
¿Abrir un restaurante ahora?
En plena pandemia de cierres en el sector de la hostelería, una pareja de empresarios recién llegados a Benalmádena se dispone a abrir un restaurante en avenida de la Constitución de Arroyo de la Miel.
Guillermo García y Laura Pérez vinieron de Argentina con la idea de establecerse en Benalmádena y abrir un negocio. El año pasado la pareja viajó por primera vez a Benalmádena para conocer de primera mano la ciudad que un amigo le había pintado tan bien y ver qué posibilidad tendrían de desarrollar una actividad empresarial. El lugar les causó buena impresión.
Guillermo: “Lo que era muy atractivo, era estar en un lugar de playa, de un clima agradable durante todo el año, que para nosotros era mágico. Tener el mar cerca y empezar en una actividad comercial en donde el turismo esencialmente hace que se pueda desarrollar muy fácilmente. Y con éxito. Y más en España, que para nosotros no es poca cosa. Es un país que tiene una estabilidad económica enorme”.
En Argentina la situación ya era difícil. La inflación se dispara y no existe la estabilidad económica. La seguridad también es un tema preocupante: los robos a mano armada y los asaltos a viviendas están a la orden del día. Con todo, abandonar una vida y un país propio nunca es fácil. La pareja estuvo madurando la decisión durante un año hasta que finalmente se decidieron a venir. Laura vino en primer lugar, en febrero de 2020, para ir preparando la casa donde iban a vivir, mientras que Guillermo se quedó en Argentina preparando lo que faltaba para dejar toda una vida atrás:
Lo que era muy atractivo, era estar en un lugar de playa, de un clima agradable durante todo el año, que para nosotros era mágico.
Guillermo García
“Fue muy intenso porque, lógicamente, aparte de la actividad empresarial que teníamos nosotros, teníamos toda la vida hecha en un lugar y eso exigía deshacer un poco toda esa vida. Vender las propiedades, deshacerse de todo lo nuestro, todo lo propio. Y bueno, ir madurando la idea a través del cambio. De entender que es un cambio próspero para nosotros, para tener una vida mejor y más tranquila.”
En febrero, la epidemia ya había saltado de China a Europa y pronto se convertiría en una pandemia global que obligó a cerrar las puertas de los hogares, de los negocios y también de los países. Con los aeropuertos cerrados, Guillermo tuvo que esperar hasta el mes de septiembre para finalmente poder reunirse con su familia en su nueva casa.
El confinamiento domiciliario, eso sí me asusta.con el confinamiento domiciliario ya no puedes trabajar y los gastos los tienes. Y entonces tienes una mochila con cosas que no sabes cómo solucionar
Laura Pérez
Ahora que ya están aquí, están volcados en su nuevo negocio. “La verdad es que estamos muy entusiasmados”, reconoce Laura. En cuanto a las expectativas, Guillermo se muestra optimista: “Yo tengo una gran expectativa. Creo que todo va a ir modificándose a lo largo de los días y se va a encontrar una cura”. “En la medida en que se vaya despejando esto, volveremos a la normalidad”. “Esta problemática global nos pone a prueba, pero venimos bastante preparados porque somos muy emprendedores. Vamos a ir al éxito”.
No obstante, ambos son conscientes de la situación que atraviesa la economía: Limitaciones de aforo, limitación de horario, actitudes reacias por el temor al contagio, posibles confinamientos domiciliarios… «Asusta. Porque la gente cambia sus hábitos. Y al cambiar sus hábitos se transforma en un problema económico. Genera incertidumbre», reconoce Guillermo.
Laura tampoco es ajena a la preocupación: “El confinamiento domiciliario, eso sí me asusta. Porque mientras te den ‘un par de horas’ para trabajar, uno trabaja. Y aunque sea, saca gastos para cubrir. Pero con el confinamiento domiciliario ya no puedes trabajar y los gastos los tienes. Y entonces, bueno, tienes una mochila con cosas que no sabes cómo solucionar. Eso asusta.”
Guillermo y Laura tienen previsto abrir su restaurante, ‘Bar de Carnes’ a primeros de diciembre. Con las restricciones actuales pueden disponer 11 mesas en la terraza y 5 en el interior. Guillermo lo tiene claro: “Si esto sale bien, emprenderemos otra cosa. Somos gente joven y queremos armar otro negocio. Es una cosa que tenemos por naturaleza: siempre generar”.