La música rock y sus variantes es una de esas cosas de las que se dice que perviven con una mala salud de hierro (o de heavy metal). Aquí, en Benalmádena, hay un puñado de bandas formadas por músicos curtidos por años de experiencia y también otras que empiezan ahora, que viven buscando el tiempo y ensayando juntos para subirse a un escenario cuando tienen la oportunidad. Su objetivo: hacer disfrutar al público con un buen rato de música o grabar sus temas para que los puedan escuchar en cualquier parte.
Ahora que la virulencia de la pandemia remite y nos volvemos a permitir las salidas para ir a conciertos en un clima más relajado, es una buena oportunidad de conocer de cerca algunos de los grupos que tenemos en la localidad. En este reportaje, hablaremos de cuatro de ellos. Por supuesto, hay más. Pero gracias a la experiencia y el bagaje de estas bandas, podemos conocer el panorama que tenemos aquí hoy en día y de donde procede.
Hoy conoceremos a Not Yet, Avería, Milkwookie y Lavender. En los tres primeros casos, se trata de grupos integrados por amigos y colegas que se conocen desde hace tiempo, supervivientes del rock, que a menudo coinciden en varias bandas para crear proyectos musicales diferentes. La excepción la tenemos con Lavender, uno de los grupos más jóvenes, tanto por sus integrantes como por su reciente creación, pero que avanza con firmeza en su proyecto.
Todas estas bandas tienen en común dos cosas: se terminaron de conformar entre 2018 y 2019 para empezar a realizar conciertos o grabar temas muy poco tiempo antes de que llegara la pandemia y todas son miembros de la Asociación Sol y Música.

El germen del panorama actual de las bandas
El panorama del rock que tenemos hoy en día, procede en buena medida del año 2000. Todo empezó cuando el Ayuntamiento de Benalmádena habilitó ese año un semisótano en la nave que Servicios Operativos tiene en calle Sidra para que se estableciesen allí locales de ensayo. Fue un acto casual. Había mucho espacio en la nave sin uso y algunos grupos de música fueron acudiendo allí a conformar sus locales de ensayo.
Francisco J. González García, guitarrista de Milkwookie, fue uno de los músicos que frecuentaba los locales de ensayo de calle Sidra: “La verdad es que éramos varios grupos de Arroyo de la Miel, bastante jóvenes, y en ese ese punto nos reagrupamos todos. Nos veíamos ya todos la cara porque íbamos a ensayar y nos encontrábamos allí”. Ese fue el germen del panorama musical de rock que hoy día tenemos en Benalmádena.
Aquellos siete locales que se ubicaban en calle Sidra estaban realmente mal acondicionados y siempre en condiciones muy precarias, por lo que, después de un tiempo solicitando mejoras a título individual, Juan Antúnez Tornero, Antonio José Pérez Rodríguez y Juan Gabriel García y García crearon en 2010 la Asociación Sol y Música para reivindicar con más eficacia las mejoras en las instalaciones.
Éramos varios grupos de Arroyo de la miel, bastante jóvenes, y en ese punto nos reagrupamos todos
Francisco J. González, guitarrista de Milkwookie
No obstante, no estaba en los planes del Ayuntamiento hacer reformas concretas en la nave de Servicios Operativos para adecuar los locales. “Querían clausurarlo y nos decían que no tenían personal, así que como asociación nos hicimos cargo de abrirlos y cerrarlos nosotros”, recuerda Juan. Tras un año en esta situación, finalmente el cabildo alegó problemas de seguridad y clausuró los locales. Pero el movimiento musical ya había empezado y no querían quedarse sin un lugar, que, más allá de albergar sus locales de ensayo, fuese un verdadero lugar de encuentro para los músicos. Así pues, la asociación emprendió un movimiento de reivindicación hasta que la nueva corporación que se formó en 2015 les cedió un local en Los Nadales.
“Pasamos, de siete locales que teníamos en el otro sitio, a uno en Los Nadales. Pero los otros estaban súper mal acondicionados y aquí tenemos uno que está perfecto”, explica Juan. “Y ya tenemos un acuerdo para adecuar un segundo local al lado del actual, para ir acercándonos a lo que teníamos antiguamente allí”.

Ventajas de la asociación
Los propósitos con los que nació la asociación y que sigue manteniendo hoy en día son la defensa de los intereses de los músicos de Benalmádena, la Costa del Sol y la provincia de Málaga, fomentando el buen ambiente entre los mismos y la promoción de conciertos y otras actividades que favorezcan el panorama y la divulgación del conocimiento musical.
Es una asociación cultural, sin ánimo de lucro, integrada a día de hoy por unos 80 músicos del municipio de Benalmádena. Para darse de alta solo se necesita rellenar un formulario y entregarlo junto con una fotocopia del DNI o pasaporte. Y es totalmente gratuito.
La ventaja más visible y más palpable de la asociación para los músicos es el local de ensayo. Actualmente, cada banda que acude al local tiene adjudicado un horario fijo y paga una cuota para contribuir a sufragar sus gastos (es la única cuota que pagan los socios, y solo aquellos que usan el local).
“Hacemos lo que podemos con el tiempo que podemos. Pero si miras atrás, todas las cosas que hemos hecho, creo que está bastante bien”, reconoce Juan.

Not Yet
Not Yet es una banda de Benalmádena de versiones en inglés. Su repertorio se compone de clásicos del rock y el pop de los años 60, 70, 80, 90, así como algún que otro rock ‘n roll clásico de los años 50 y algún hit del nuevo milenio. Muchas de estas versiones son fieles a las originales, aunque otras están reinterpretadas y llevadas al terreno propio del grupo. El line-up es el típico de un grupo de rock de cuatro miembros: dos guitarras eléctricas (uno de ellos el cantante), bajo eléctrico y batería.
Este proyecto comenzó a principios del año 2019. No obstante, todos sus miembros poseen una dilatada experiencia musical, habiendo formado parte de otras bandas, tanto de versiones como de música original, desde principios de la década de los 2000.
En este tiempo, Not Yet ha actuado en pubs, eventos organizados por ayuntamientos, eventos privados, bodas y hasta en una clase de spinning con música rock en directo (Long Rock Bike, en el gimnasio del Polideportivo Arroyo de la Miel).
Not Yet lo forman: Juan Antúnez Tornero (guitarra rítmica y solista, coros), Mario Garrido Infante (batería, y coros), Roberto Rincón de la Vega (voz principal, guitarra rítmica y solista) y Esteban Somosierra Fernández (bajo y coros).

Juan Antúnez
Tiene 33 años. Es ingeniero industrial. “Empecé en el conservatorio e hice los cuatro primeros años de piano, pero lo dejé porque, aunque el piano me gustaba, lo que no me gustaba era la filosofía del conservatorio”. Entonces empezó a tocar la guitarra eléctrica en los primeros cursos que se realizaron en los locales de calle Sidra. Y desde entonces no ha parado. Antes de Not Yet, fue uno de los componentes de Strange Days, que era un grupo de música propia del que después surgiría Not Yet. Aparte de eso, participa en otros grupos de versiones de otros municipios y, aunque no se dedica a tiempo completo a la música, en los últimos dos o tres años se ha dedicado con más intensidad a ello. “Aunque no sea a tiempo completo, porque siempre he estado trabajando de ingeniero, pero sí que me he profesionalizado, digamos”.
El nombre y el logo
“Si te digo la verdad… el logo lo hizo un amigo nuestro que es diseñador y fue una idea suya que nos gustó. Tiene ese perfil rockero pero, como que podría ser cualquiera de nosotros, o cualquiera de nuestro público. El que no se le vean los ojos es porque puede transformarse en cualquiera. Fue un diseño que nos gustó ‘y para adelante”, Juan Antúnez.
“A mí siempre me pareció Jesucristo”, confiesa entre risas Francisco J. González García (guitarrista de MilkWookie).
“Y el nombre, como llevábamos un tiempo sin hacer nada desde que Strange Days dejó de actuar desde el año 2012, era como un ‘todavía no hemos terminado. Todavía no nos hemos ido. Todavía tenemos mucho que ofrecer’. Aunque esta vez sea en forma de grupo de versiones”.
Un día, les ofrecieron un concierto en el gimnasio del polideportivo para hacer una clase de spinning con música en directo y esa fue la primera actuación de Not Yet. “Nos dijimos ‘venga, nos lo han ofrecido, vamos a empezar”.
el nombre era como decir ‘todavía no hemos terminado. Todavía no nos hemos ido. Todavía tenemos mucho que ofrecer’
Juan Antúnez, guitarrista de Not Yet
Tocar versiones
Tocar versiones también tiene sus ventajas. “Mola, porque la gente las conoce y es verdad que se viene arriba. Sobre todo, con… con todo, porque hemos seleccionado un repertorio muy bueno para eso”, reconoce Juan. “Además, muchas de las canciones las hacemos a nuestro rollo, que no es necesariamente la versión que todo el mundo conoce, y eso para nosotros es un plus porque, aunque no deja de ser una canción de otras personas, pero le damos nuestro toque”. A veces la banda hace una versión más fiel y otras la ponen patas arriba, todo sea por disfrutar y hacer disfrutar con la música.
Por otro lado, Juan explica también que en el panorama actual existe una tendencia a programar con mucha más facilidad grupos de versiones que grupos que componen su propia música. El guitarrista de Not Yet, que de un tiempo a esta parte empieza a ver la banda también como una empresa, reconoce que a menudo se ven abocados a tocar versiones en detrimento de sus propias canciones: “Si no, no tenemos oportunidad de tocar en directo”. “Yo, particularmente echo de menos hacer música propia. Pero, por desgracia, hoy por hoy hacer música propia te condena a casi no tener oportunidad de tocar en directo. Es muy difícil”.


Repertorios
Not Yet lleva los repertorios estipulados unas semanas antes del concierto y siempre dependiendo del sitio. “Por ejemplo, si tocas en un bar que es más motero, como hemos tocado varias veces, pues sabes que tienes que tocar clásicos de rock&roll de los 80, música de los 60 y 70”, apunta el bajista de la banda, Esteban Somorierra. El grupo maneja una lista de unos cincuenta temas, de grupos tan variados como Stevie Wonder, Jimi Hendrix, The Police, Modjo, Ramones, Bruno Mars o Elvis Presley, por citar algunos ejemplos. Tienen bastante margen para elegir. El bajista señala que no se cierran a nada. Si les gusta el tema y les gusta como suena, “porque hay canciones que, aunque sean fáciles de tocar pueden no sonarte bien”, adelante.
La lista de canciones que interpretarán se decide entre todos y el orden lo van decidiendo sobre la marcha: “Cuantos más conciertos haces más aprendes cómo reacciona la gente”, indica Esteban. El bajista se acuerda de Highway to Hell: “es una canción que está muy trillada de tocar por todos los grupos y a nosotros hasta nos da un poco de coraje tocarla, pero es verdad que la gente se viene arriba siempre que la tocas donde la toques”.
Se da la circunstancia de que Esteban toca en Not Yet, Avería y en MilkWookie. Va alternando entre versiones de los temas más conocidos del rock con otros de composición propia. En su caso, el bajista disfruta de hacer música en cualquiera de las situaciones. “La verdad es que te lo pasas muy bien. Primero, porque a mí me gusta tocar mucho un directo y lo disfruto tocando cualquier tipo de música. Aparte, Not Yet tiene un repertorio muy variado y, por otro lado, cuando ves que la gente lo disfruta o canta las canciones y demás, pues sí, pues es de agradecer, sobre todo en según qué sitios”.
“Si lo tienes bien machacado y te has estudiado el tema y luego con el grupo funciona, hay más tranquilidad”, expresa Esteban con respecto a las versiones. Luego, la reacción del público es algo más difícil de prever. Vidal Fernández, compañero de Esteban a los teclados en Avería y MilkWookie, apunta: “Hay temas que te gustan mucho, que dices ‘que guapo suena’ y piensas que van a ser la ostia, y luego las tocas y la gente se queda igual”. Y, claro está, también existe el caso contrario. “A lo mejor hay una canción que te dices que no va a funcionar o qué es una canción de chichinabo, que tú la tocas y la tocas y de repente esa canción es una de las que más prende. Es un poco aleatorio”, señala Esteban.
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Avería
Avería es una banda de rock en español, con influencias de Fito y Fitipaldis, M-Clan, Leño, Extremoduro, Los Zigarros, etc. El grupo tiene su origen en el dúo acústico Cajón desastre, al cual pertenecía Daniel Guerrero junto a Francisco Calo. Este dúo, comenzó a finales de 2014 a tocar juntos y componer canciones. En los siguientes dos años Daniel y Calo grabaron dos maquetas, a la par que daban varios conciertos por Benalmádena y fuera de la localidad.
Tras la marcha de Calo, a finales de 2017, Daniel empieza a recuperar algunas canciones de Cajón Desastre, adaptadas a un estilo más rock and roll, junto con su hermano Juan Luis a la batería, a la par que empiezan a crear nuevas composiciones.

Tras unos meses de ensayo, con varios músicos y arreglo de canciones, los hermanos Guerrero conocen a Esteban Somosierra (bajo) y Vidal Fernández (teclados), con los cuales se produce una conexión musical especial y muy buen rollo a la hora de ensayar, dar ideas y crear temas nuevos.
Con esta formación completa y en equilibrio, deciden dar el salto a los escenarios para la primavera-verano de 2019. El 24 de junio de 2019 dieron su primer concierto en la Feria de Arroyo de la Miel.
Después de varios conciertos, la banda se centró en grabar algunos temas para poder dar un salto más. Grabaron su primer EP, Whisky dinamita, en noviembre de 2019 con cuatro temas, en los estudios Artesonao de los montes de Málaga. En los siguientes meses el EP se subió a plataformas digitales como Spotify y se publicó su primer videoclip en YouTube. Su single ‘Hipnosis Social’ se incluyó en el CD recopilatorio de Rock Machine de 2020, junto con más de una decena de grupos del panorama nacional. Está previsto que el disco se promocione también en Japón.
Actualmente, el grupo está componiendo y desarrollando temas nuevos, a la par que se prepara para dar futuros conciertos.
El bajista, Esteban Somosierra, recuerda su entrada en la banda: “Dani y Juanlu, de Avería, llevan mucho tiempo tocando juntos en otras bandas, como Preventivos, que tuvieron su éxito a nivel local. Cuando yo me metí a tocar con ellos, ya viniendo de la experiencia con varios grupos y teniendo ganas de tocar, que es lo importante, y tocando el bajo (no hay muchos bajistas) fluyó la cosa muy rápido con ellos. Y luego Vidal, se metió más poquito a poco”.
Vidal Fernández: “Yo fui un día a probar, porque Dani quería meter un teclado en una canción y tal… y al final me quedé en todas”.

¿De dónde viene el nombre?
El nombre viene de una expresión que se dice por aquí: ‘¡Qué avería!’, refiriéndose a un embrollo.
Vidal: “Dani y Juanlu usan mucho ese chascarrillo. De hecho, Milkwookie también viene de un chascarrillo de ellos. Entonces, ‘avería’ era uno de los chascarrillos que ellos usaban: ‘¡No veas que avería!’ ‘¡Esto es una avería!’”.
Esteban: “También es verdad que la canción del single dice ‘Avería’ y es una crítica a la tecnología y a la absorción que produce. Viene un poco por ahí, porque Dani es también un crítico con las tecnologías porque, a parte, no se entiende muy bien con ellas, ni entiende algunas cosas, como el espionaje y esas cosas que pasan hoy en día”.
La mayoría de las canciones de Avería provienen de un proyecto anterior, acústico, que tenía Daniel Guerrero (guitarra y voz principal) y que ahora se adaptan al estilo del nuevo grupo, más propio del rock urbano. Aunque la dinámica es que las reconstruyan con las aportaciones de cada uno.
Las canciones del LP Whisky Dinamita, menos El reverso del verso, que la compuso Vidal, son del proyecto anterior de Dani.
Whisky Dinamita
El LP Whisky Dinamita se compone de las canciones: Hipnosis social (single), El reverso de un verso, Whisky Dinamita y Oli.
La banda tenía más temas, pero decidieron elegir esos cuatro para conformar un buen LP y grabarlo a nivel profesional, en un estudio. Vidal: “Lo grabamos en un estudio que hay en los Montes de Málaga, en Artesonao. Estuvimos un fin de semana entero allí y fue todo rodado. La verdad es que llevábamos los temas muy bien preparados también”.
Vidal cuenta que grabaron el LP por hobby, sobre todo: “No teníamos ninguna intención a nivel profesional. Pero bueno, lo pusimos en Spotify, por ejemplo, que ya es un paso para darlo a conocer, lo anunciamos en las redes sociales, Facebook y tal y luego teníamos varios conciertos apalabrados ya para promocionarlo, pero claro, justo fue cuando llegó el tema de la pandemia y al final se cortó todo”. La idea era empezar a promocionarlo por la provincia, empezando sobre todo por Torremolinos y Benalmádena.
Esteban: “Buscamos una variedad en el álbum, que cada canción fuera diferente. Y creo que se hace: Hipnosis social es una crítica social, entre comillas; Oli es una canción que habla de la infancia, que la escribió Dani dedicada a su hijo; Whisky Dinamita es un canto a la libertad, una canción que el técnico nos dijo que era una mezcla entre Extremoduro y los Rodríguez. Yo creo que algo por ahí bebe. La influencia de Extremoduro es muy clara en Dani. Y El reverso pues nada, es una canción más melodramática, digamos. Pero tenía también un toque, aparte del rock and roll urbano, algo también un poco clásico, a la vez alternativo… no sé”.
Esteban: “Nosotros hemos tenido algo de suerte con Avería porque sí hemos llegado a mucho público. Porque ese estilo o esa clase de estilo se lleva mucho en España. Tiene mucha llegada, mucho público”.
El reverso de un verso
Vidal compuso El reverso de un verso entre 2011 y 2012. Entonces tocaba en un grupo de versiones en inglés que había formado con unos amigos. “Yo, realmente, no componía canciones ni en español ni nada, y esa canción, me dio por ahí y la compuse”. Casi diez años después, cuando el teclista entró en Avería, pensó que era el lugar adecuado para el tema: “Yo la compuse solo en el piano y al final no deja de ser una balada. Y yo la tenía pensada como una balada rockera. Aprovechando que entré en Avería se la enseñé a ellos, les mostré un poco la idea de lo que yo tenía pensado y la hicimos”.
«En El reverso de un verso sobre todo me inspiré en David Bowie»
Vidal Fernández, teclista de Avería
Esteban: “tiene una influencia de Neil Young, que es muy melancólico, muy tristón y eso se ve reflejado toque lo que toque, aunque el estilo que hacemos no sea muy tal”.
Vidal: “Uno siempre cuela sus referencias, donde puede”.
Fran: “Siempre le da la pincelada”.
Vidal: “En El reverso de un verso sobre todo me inspiré en David Bowie”.
El LP Whisky Dinamita solo existe en formato digital. La cantidad mínima de copias que había que hacer eran 500 y resultaba caro para la repercusión que esperaban tener con él. “Si hubiésemos tenido una pequeña gira, que pudiésemos decir ‘mira es que vamos a tener 10 conciertos este año’, que tampoco es una barbaridad, pero vamos a ir a Sevilla, que podía pasar, vamos a ir a Granada, vamos a ir a Madrid por lo de esta gente del Rock Machine… Entonces, si, aunque sea, vendes 20 discos por concierto, pues ya es otra cosa. Pero no, las circunstancias no han sido esas”, explica Esteban.
El grupo, sin embargo, sí se plantea seguir grabando canciones y tal vez, grabar un álbum cuando tengan 11 o 12 temas.
Redes sociales
Spotify: https://open.spotify.com/playlist/6gEWBN5LK0QFBPBX7lb5VY?si=a320a8323c554a0c
YouTube: https://www.youtube.com/channel/UCZpNzgHEHDGr3KNVLUp41Iw
Facebook: https://www.facebook.com/Averia-1112400288932261/
Esteban Somosierra

Esteban Somosierra tiene 33 años. Estudió Comunicación Audiovisual. Lleva haciendo música desde los 8 años, cuando empezó a tocar la guitarra. Aprendió unos cuantos años en el Conservatorio, en la misma escuela que Juan, y luego lo dejó y estuvo dando clases de guitarra eléctrica y después aprendiendo por su cuenta. “Lo que pasa es que me di cuenta de que mi instrumento natural era el bajo, más que la guitarra”.
Tras pasar años sin tocar, en 2011 recuperó la dinámica de hacer música y se incorporó a un grupo de heavy metal y rock progresivo al que luego llegarían Vidal y Fran, los compañeros con los que más tarde formaría Milkwookie.
Sea en una banda o en otra, desde 2011 Esteban prácticamente no ha parado de involucrarse en proyectos. Actualmente toca en las bandas de Benalmádena Not Yet, Avería y Milkwookie, pero también participa en otros grupos de otros municipios.
“Cuando el tiempo diga, cuándo se puede. Porque ahora mismo la música es algo muy complicado. Es muy complicado que un proyecto te funcione, ya sea de versiones o no. Es una suerte, es una lotería, o te funciona por periodos, o dependes de la disponibilidad de la gente… pues por eso y porque hay una carencia de bajistas impresionante”.
Cambiar el chip
A Esteban no le cuesta para nada cambiar el chip de un grupo a otro. “Fue más bien en el año 2019 cuando empecé a mezclar mucho con los grupos. Ya llevaba con MilkWookie un poco de tiempo, empecé a meterme con Avería, que era un grupo español, más rockanrolero… Nunca había tocado con Dani, el guitarra, y me gustó el rollo. Con Not Yet la cosa fluyó enseguida. Yo en ese momento también tenía las pilas muy puestas. Estaba grabando, tocaba mucho, no estado trabajando ese momento… Entonces estaba muy, muy puesto en la música”.
Con Not Yet, el bajista se aprendió un repertorio de más de veinte canciones para un primer concierto en tres semanas. “Para mí, como bajista, todo fluye en una unidad. Aunque sean estilos diferentes y demás, pero dentro de cada grupo también hay una variedad de estilos, creo yo. No todo es rock puro ni pop puro ni heavy ni tal”.

Vidal Fernández
Vidal tiene 38 años. Estudió magisterio y lo ejerció durante un tiempo, antes de meterse en el sector de la aviación. Con la llegada de la pandemia el sector se resintió y tuvo que volver a reciclarse, en este caso como programador web. Vidal empezó a aprender música en 2003, por su cuenta. Primero empezó con la guitarra y después eligió el teclado. Recibió clases particulares, pero nunca una formación reglada. En 2007 tuvo su primer contacto con un grupo de versiones, donde se fue curtiendo, y en 2012 coincidió con Esteban y Fran en un grupo de heavy metal. Desde entonces, los tres amigos no han dejado de tocar juntos, formando la banda Milkwookie.

Milkwookie
MilkWookie es una banda de rock espacial con influencias de Porcupine Tree, Pink Floyd, Beatles, Neil Young, etc.
Milkwookie está formado por Vidal Fernández Garrido (guitarra acústica, teclados y voz principal), Francisco J. González García (guitarras), Esteban Somosierra Fernández (bajo y coros) y Juan Luis Guerrero Rivero (batería).
Tres de los integrantes eran miembros de la banda malagueña de heavy/rock HaVen (2013-16). De las cenizas de esta banda, Fran, Vidal y Esteban continuaron componiendo y grabando temas, a esperas de encontrar un batería. Después de varios intentos, y gracias a ser socios de la «Asociación de Músicos de Benalmádena (Sol y Música)», conocieron a Juan Luis Guerrero, ex batería de la banda local «Preventivos» y también actual miembro de «Avería», el cual se adaptó perfectamente al estilo y necesidades de la banda, para empezar a ensayar constantemente y trabajar un repertorio.
El primer concierto de la banda fue en julio de 2019, en el bar La Roca.
En febrero de 2021 Milk-Wookie saca su primer EP llamado «EPisodio I», totalmente autograbado, mezclado y producido por los integrantes de la banda. El EP lo componen cuatro temas propios y una versión. Su estilo se podría considerar «rock espacial» con toques progresivos, mezclando lo clásico con lo contemporáneo.

El guitarrista de la banda, Fran, se traslada a los comienzos del grupo: “Teníamos un toque ‘heavilon’, en parte por la voz, y también musical, con pequeños toques de progresivo. Entonces queríamos enfocarlo más o menos por ahí, en ese estilo. Lo que pasa que ya, bueno, a la entrada de Juan Lu, que metió su parte más rockera, que es un estilo que nos gusta -nosotros mayormente el estilo en que más coincidimos es el rock- fuimos derivando a algo más rockero”. Esta mezcla ecléctica de sonidos rock y ambientales, como en el tema Perception, son los que identifican a la banda.
Un LP autoproducido
Gracias a los conocimientos técnicos de Fran, Milkwookie grabó con sus propios medios los 5 temas del LP EPisodio I, una acción muy oportuna, ya que la mayoría de sus componentes también están en Avería y ya habían invertido en la grabación de otro LP. El disco se compone de los temas: Islands, The Lightning, The Perception, Nuclear wave y Working class hero (cover)
Y si Fran se encargó de la edición del disco, Esteban tiró de sus conocimientos en Comunicación Audiovisual para grabar el videoclip del tema Islands.
“Es más trabajoso autoproducirlo y te lleva mucho tiempo, pero bueno, al final, yo he salido bastante contento con el resultado. Sobre todo para ser algo que nos ha salido a coste cero. Con mucho trabajo por parte de Fran, pero yo estoy bastante contento de haberlo podido sacar, con 5 temas, además”, cuenta Esteban.
EPisodio I tiene muchos cambios de tempo, fundamentalmente por la mezcla de música rock y atmosférica. “Tenemos algunos temas más hardrockeros ahí preparados, más directos digamos, como Eye of the Storm, uno de los últimos que hemos hecho, u otro que está ahí pendiente. Pero el rollo ese atmosférico… a mí me mola esa mezcla. Cómo en The Lightning, que empieza tranquila y luego cambia” introduce Esteban.
A pesar del poco tiempo que la banda lleva construyendo el proyecto, ya tienen determinadas señas de identidad que hacen más que reconocible el sonido de Milkwookie con respecto a otras bandas (incluso con respecto a otras bandas suyas). “Fran tiene una forma de tocar particular, le gusta hacer sus cosas, tiene su sonido y Vidal también a la hora de cantar. Creo que eso lo define también bastante. Lo mismo que con Avería la voz de Dani es muy significativa, en este caso con Vidal el toque que le da el inglés para mí es algo diferente al que le da el castellano, por ejemplo”, explica Esteban.
Eclecticismo
Como explica Vidal, EPsidio 1 es, sobre todo, resultado del eclecticismo del grupo: “Ese eclecticismo es un poco buscado porque nosotros tenemos muchas influencias en común, o sea que nos gusta la misma música y muy variada. También se intenta aprovechar lo que cada uno tiene. A Fran se le dan muy bien los riffs, por ejemplo, Esteban con el bajo, tiene su rollo también que muchas veces es muy rítmico, incluso a veces tira mucho al rollo así funky, setentero y tal, Juan Lu también con el rock más directo… entonces claro, intentamos mezclarlo todo y sale algo bastante variado”.
Esteban: “Luego Vidal mete ahí sus toques de teclado que es lo que da mucha ambientación al grupo también. Y luego el conjunto: esto es, la batería no tiene que sonar aquí, el bajo tiene que hacer esto… yo creo que es un proceso de arreglo más que de composición, el que da el resultado final de estas canciones”.
¿De dónde viene el nombre de ‘Milkwookie’?
Cuando el grupo estaba empezando tenía otro nombre que no le terminaba de convencer. Esteban lo explica: “Queríamos hacer un juego de palabras que sonara como los típicos grupos de los 70´s con dos palabras que hacen juego, sobre todo en el mundo del rock progresivo, y Dani tenía un dicho, ‘eres un Milwaukee’, un apelativo cariñoso y de cachondeo. Y me pareció que no sonaba mal para un conjunto. Y con el rollo del rock espacial, de las referencias a Star Wars, que nos gusta a todos, aunque no tenga mucho que ver el grupo ni líricamente ni musicalmente con eso… Fue ahí, pero no tienen sentido especial. Viene de los hermanos de Avería, que están todo el día con los chascarrillos y te hacía gracia”.

Francisco J. González
Fran tiene 36 años. Estudió formación profesional de electricista y trabajó de ello durante un tiempo (gracias a sus conocimientos sus compañeros le llaman ‘el cacharritos’), después trabajó de peón de albañilería y en el aeropuerto. Lleva desde los 17 años haciendo música y formando o participando en grupos, como Tork, donde coincidió con Juan Antúnez y con Mario Garrido (batería de Not Yet).
Con esta primera banda, Fran se fogueó en los escenarios como guitarrista, participó en movimientos como el Nómada y grabó una canción. Después, vivió un parón en lo que se refiere a la actividad en bandas que duraría 8 años, hasta que entró a formar parte del grupo Ha-ven, donde conoció a los que serían sus futuros compañeros en Milkwookie. “Yo entré en ese grupo como batería. No era muy bueno, estaba aprendiendo y todo el rollo, pero me apetecía. Llevaba mucho tiempo sin formar parte de un grupo y tenía ganas de tocar, sea lo que sea”, cuenta Fran. Después, el guitarrista salió de la formación y Fran ocupó su puesto tocando el instrumento que mejor maneja.
Redes sociales:
Facebook: https://www.facebook.com/MilkWookieRockBand
YouTube: https://www.youtube.com/channel/UCeQBxbt2GdYwvhGkYS_jSVA?view_as=subscriber

Lavender
Lavender es una de las formaciones con los miembros más jóvenes del panorama de Benalmádena. Esta banda comenzó a formarse cuando Raúl García (guitarra) conoció a Pavel Sánchez (batería) en 2º de Bachillerato y decidieron juntarse para tocar. Para completar la formación, Raúl y Pavel publicaron un anuncio en redes sociales e hicieron un casting con el que encontraron a José Martínez (vocalista). Fue un 19 de septiembre de 2019, la fecha que la banda considera como el inicio de su andadura.
Tras algunos cambios en la formación hasta encontrar al bajista definitivo, que sería Pedro Benítez, a mitad de 2021 se terminó de definir el grupo. Así pues, Lavender está formado por José Martínez (21 años. Estudia un grado en farmacia), Raúl García (20 años. Estudia Psicología en la UMA), Pavel Sánchez (20 años) y Pedro Benítez (19 años. Estudia Biología).

La banda tiene tres temas propios: Human Sacrifice, Check the time y Dry. Entre las versiones de su repertorio están los temas Out of the black (Royal Blood), War pigs (Black Sabath) y Good times, bad times (Led Zepelin). “Nuestras inspiraciones van un poco con las covers que tocamos, aunque me costaría mucho definir el estilo musical que hacemos nosotros, clasificarlo”, expresa José Martínez.
“Cada integrante del grupo tiene influencias variadas dentro de la música. Yo escucho música más moderna, más rarilla a lo mejor, Pepe escucha música más de los 90, más grunge, al batería le gusta la música más progresiva, más técnica… Entonces, al final hacemos un popurrí en nuestra música”, explica Raúl.
¿Y el nombre? ¿De donde viene? Pues viene de un juego de palabras. Lavender en inglés significa lavanda: “Nos hacía gracia que la banda se llamase lavanda en inglés”, cuenta José.
Debut en Cultura en la Calle
Lavender dio su primer concierto el 17 de julio de 2021 en el recinto ferial Los Nadales, en Benalmádena Pueblo, dentro de la ‘Noche de rock’ del ciclo de eventos veraniegos ‘Cultura en la Calle’. José: “Fue una experiencia impresionante. Dar el concierto delante de todo ese público fue superguay, o sea, yo y todos mis compañeros nos lo pasamos muy bien. Hubo un poco de nervios al principio, pero en cuanto dejó de hablar la coordinadora de Cultura y subí, se me fue”.
Raúl: “Yo igual. Estaba un poquito nerviosillo antes, pero en general estaba tranquilo. Habíamos ensayado mucho y teníamos ya muy claro lo que íbamos a hacer, entonces tranquilo. Y luego ya en el escenario yo disfruté un montón, vaya. Me dije ‘Ya que es la primera actuación en un sitio así chulo yo me lo voy a pasar pipa”.
Desde entonces, Lavender ha tenido otras actuaciones, como la emisión en directo por YouTube de un concierto en ‘El sótano de mis padres’ o su intervención en el I Festival Animalista de Benalmádena, donde actuaron junto a otras bandas en el Auditorio Municipal.

Estamos hablando de un grupo que avanza con firmeza y ya se plantea grabar su primer EP.

Redes sociales:
Web: https://lavendermusic.carrd.co/?fbclid=IwAR2tVAO-fgYjGoUZ2uBoOGmb3IX8yaBxZooL1KgCaSeKH65RLeDfQj_Ir1o
Facebook: https://www.facebook.com/lavendermusicband
YouTube: https://www.youtube.com/channel/UCEBP0EZDHY6TtdE_Js2YoQA
Instagram: @lavender_itsmusic

Panorama local
Después de pasar un tiempo considerable en la brecha y sobreviviendo a varias bandas para seguir tocando, los músicos pueden hablar con propiedad de la escena que hay ahora en comparación con la que ha habido en otros momentos. Esteban destaca que hace 9 años había una apuesta más importante por la música original, tanto por parte de las instituciones, como de los locales y del público. Sin ir más lejos, en aquellos días Haven participó en un CD benéfico, dio conciertos en los locales que apostaban por la música en directo, como el Onda Pasadena (en Málaga), actuó con bandas internacionales, participó en varios concursos, en la Caja Blanca… etc. “Había mucha más actividad que te venía. A lo mejor no tenías un concierto en seis meses, pero en tres meses, en verano o en primavera, tenías una serie de actividades que por lo menos te daban una vidilla. Un concierto aquí, un concurso aquí, una colaboración aquí…”.
Grupos de versiones
Juan: “Desde hace unos años es muy difícil que un bar de los del circuito habitual de música en directo, programe un grupo de música original”. El guitarrista de Not Yet explica que existe una tendencia muy generalizada en este sentido: “Es que es la pescadilla que se muerde la cola. Y no quiero tirar piedras sobre mi tejado porque lo que yo hago ahora mismo son versiones, aunque me encanta la música propia y espero en algún momento volver a hacer música original. Pero es que los empresarios dicen ‘no pongo música propia porque a la gente no le gusta’ y por eso los músicos hacemos grupos de versiones para que podamos tocar”.
Hacer un concierto de versiones o de tributo a Elvis Presley, Bob Marley o Queen es sin duda más fácil de vender, porque hay cierto grado de garantía con respecto a lo que vas a escuchar. Por eso, de un tiempo a esta parte, se ha marcado mucho más esta tendencia a programar bandas de versiones. “Los grupos de música propia las oportunidades que tienen son, algún certamen que salga, o algún evento del Ayuntamiento o algo o algo así”, apunta Juan.
«Desde hace unos años es muy difícil que un bar programe un grupo de música original»
Juan Antúnez, guitarrista de Not Yet.
“O ser telonero de otra banda que tenga un poco más de nombre”, aporta Esteban.
Juan: “O hacer un trabajo muy bueno para grabar unos buenos temas y hacer mucha oficina. Mandar muchos emails, dar mucho por saco, intentar”.
Los músicos también coinciden en que antes había más bandas. “Cuando yo empecé a tocar, había aquí en Benalmádena unas 8, 9 o 10 bandas de rock o de metal declaradas, con temas propios la mayoría” señala Esteban. “Era lo contrario de ahora. Casi todo era música propia y colábamos alguna versión”, añade Juan.
Esteban: “Lavender, son la única banda, así joven, que hay ahora mismo aquí en Benalmádena. Jóvenes de verdad, porque tienen 21 o 20 años. Y, a lo mejor, hace 10 años había como ellos diez y ahora se queda en uno. Quiero decir, no digo que no haya más chavales haciendo música, pero es una minoría”.
Recientemente, en este mismo mes de octubre, se dieron a conocer dos noticias que pueden resultar alentadoras para el panorama musical de la ciudad. Por un lado, ha entrado en escena una nueva asociación dedicada a la organización y la promoción de actividades artísticas, la Asociación Musical y Artística BenalArte, que se declara dispuesta a ofrecer su local para todo tipo de iniciativas, como celebrar conciertos. Y, por otro lado, el Ayuntamiento ha anunciado que el edificio Innova tendrá un estudio de grabación. Puede que estos anuncios solo sean medidas aisladas sin mayor trascendencia, pero también podrían ser el inicio de una mayor intensidad cultural. Nosotros, por nuestra parte, esperamos lo mejor.