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La Biblioteca Pública Arroyo de la Miel pone en valor el patrimonio prehistórico de Benalmádena con una exposición durante el mes de octubre de documentos procedentes de su Fondo Local.

Parece que los primeros asentamientos en Benalmádena datan del periodo Solutrense del Paleolítico Superior y prueba de ello son algunas de las cuevas que aquí se encuentran. Es el caso de la Cueva del Toro, también llamada del Calamorro, descubierta en 1969, cuyo interior alberga pinturas que desvelan signos ideomorfos en torno a un tema central protagonizado por un toro acéfalo y una serie de puntos negros cercanos a esta figura.

Durante el Neolítico, se ocupa gran parte de lo que hoy se denomina la Serrezuela, donde se ubican interesantes cuevas, como la de Los Botijos, también conocida comoCueva de los Cacharros, y de La Zorrera. Ambas constituyen un punto de partida para el estudio de la cerámica neolítica meridional, tanto por la diversidad de sus formas como por su buen estado de conservación.

Este dato es solo una muestra de lo que la huella del pasado ha dejado impregnado en Benalmádena. Restos arqueológicos paleolíticos, musulmanes, cristianos forman parte del patrimonio de esta localidad.

En el Fondo Local de la Biblioteca Arroyo de la Miel se pueden consultar libros y otros documentos sobre la época prehistórica en el municipio. Y para ver de cerca algunos de estos objetos, se puede visitar el Museo Felipe Orlando de la localidad, que conserva en una de sus colecciones los restos encontrados en la Cueva de los Botijos y en la Cueva de la Zorrera (actualmente, el museo se encuentra cerrado por motivos técnicos).