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Pepe el del Cine
Pepe el del Cine
Rafael Gamero
Rafael Gamero

El protagonista de esta historia nació en Priego de Córdoba, en plena confrontación civil del año 1937. De pequeño la familia se trasladó a Málaga por motivos profesionales del padre, funcionario del Estado y operador de cine desde la posguerra.

José González Navajas, joven apasionado al séptimo arte durante años, acompañó a su padre con la máquina de cine, a cuestas por los pueblos malagueños y de la provincia de Cádiz, así como en Málaga capital, donde proyectaba en los cines Albéniz, Victoria o Andalucía.

En la entrevista, para el III tomo de Historias de Benalmádena, me acompañan su hijo Pedro; así como su madre Rafaela y su tía Trinidad, ambas viudas, hijas de Pedro Jiménez “EL Alguacil” de Benalmádena, vecinas de Málaga desde hace más de cincuenta años.  Posteriormente he conocido a su hijo José Miguel González, vecino de Arroyo de la Miel, gran amante de la historia cinematográfica de su padre y abuelo. 

A José González se le conocía como ‘Pepe el del Cine’ en principio con catorce años era el ayudante de confianza de su padre.  En sus viajes a Arroyo de la Miel y Benalmádena Pueblo, con esta edad conoció a Rafaela Jiménez Tello, de su misma edad en el pueblo, hija de Pedro Jiménez “El Alguacil” del Ayuntamiento. Se enamoraron en este pintoresco municipio, entre película y película; fue un amor de cine para siempre, contrajeron matrimonio y tras vivir un poco de tiempo en casa del Alguacil, se trasladaron a Málaga. Allí nacieron sus tres hijos, Inmaculada, José Miguel y Pedro.

Pepe el del Cine con treinta y seis años subía en burro la máquina de cine y la película de turno desde la antigua estación de tren de Benalmádena, una terriza y curva carretera, ayudado por su cuñado Pedro Jiménez, aquel chico que falleció en accidente de tráfico.  También hacia esta función de portes el padre del primer enterrador de Benalmádena, Francisco Lara, y le ayudaba con el borriquillo Rafael Jiménez, cuñado y también hijo de “El Alguacil”.

A veces se proyectaba la misma película en dos pueblos distintos. Acabada la primera parte, Pepe llevaba el rollo con su bici al otro municipio

Curiosamente -a veces- se proyectaba la misma película en dos pueblos distintos, acabada la primera parte, Pepe llevaba el rollo con su bici al otro municipio. No exento de contratiempos, pero la misma película era visionada en los dos pueblos el mismo día, tras publicitarla en los antiguos caballetes con fotogramas de cartulina por las calles del pueblo.

Eran tiempos de miseria, en la posguerra “cuando llegaba el hombre del cine se movilizaba el pueblo entero y donde se guardaba el camión de viajeros frente al Ayuntamiento, se sacaba el vehículo para echar el cine en la cochera cubierta de chapas de cinc.

La gente llevaba las sillas de sus casas, como así mismo la merendola, que consistía en higos secos, altramuces o batatas asadas que comían con pan durante la proyección. “Mañana será otro día” En esos tiempos de hambre, según decía el abuelo Miguel, “el cine era una manera de matar el hambre”. 

En principio, el cine se echaba en el patio de la casa de Teresa Moreno, todo el mundo la conocía cariñosamente por la “Vieja Perfilá” (por la forma de perfilarse sus ojos) donde había un parral que acudían muchas hormigas que molestaban sensiblemente a la gente; este patio estaba situado esquina Maestra Ayala con el callejón de José Valderrama, conocido posteriormente como Casa Fidel. 

Después en otro solar por la Cazalla, “Patio la Terana” hoy construido con plazas de garaje, en cuya superficie está la “plaza roja” (por las baldosas rojas) rotulada con el nombre de Pedro Jiménez “El Alguacil.”  Por último, también se recuerda un solar de tiempos de Ramón Rico, -maestro y alcalde- donde posteriormente se edificó el Colegio Jacaranda.

Pero la última proyección que Pepe el del Cine hizo en Benalmádena Pueblo, fue un documental de 20 minutos de los años 70 y la segunda parte de la sesión, otro documental sobre “El Paso” año 1961, en el Museo Felipe Orlando, que tuvo un éxito sin precedentes.

En ambas filmaciones puede observarse multitud de vecinos del pasado siglo de Benalmádena y Arroyo de la Miel, ya que hay filmaciones en la Plaza del Corralón, donde también se celebró el Día de la Provincia con el alcalde Enrique Bolín.

Esta descripción es comentada por Trinidad Jiménez, presente en la entrevista, que había enviudado el veinte de diciembre del 2015, su marido Miguel Jiménez Soria, -jubilado ferroviario- tras cumplir con su derecho al voto en las Elecciones Generales, falleció inesperadamente. Estaba operado del corazón.

Pepe el del Cine, fue el encargado de proyectar las películas en la famosa Semana Internacional de Cine de Autor de Benalmádena. Su hijo Pedro, con orgullo, me muestra la estatuilla de la Niña de Benalmádena que sirvió de icono para aquel evento excepcional y que recibió su padre de manos del alcalde Enrique Bolín.

Me comentan Pedro y Miguel que, gracias a su padre, tanto la Filmoteca Nacional como la de Andalucía con sede en Córdoba, cuentan con muchas de las películas de la época. “nuestro padre siempre las ha ido coleccionando y cambiando con otros amigos, aunque solo fue en Cádiz y Málaga como distribuidor cinematográfico de Norte Films” Toda la colección de películas de los años 80 del cantaor de coplas Antonio Molina obtuvo los derechos para España del director Santos Alcocer.

José González Navajas, “Pepe el del Cine” nos dejó un 13 de noviembre del 2012. Su memoria queda perenne a través de sus hijos Pedro y José Miguel herederos de su legado documental y artístico. El pueblo de Benalmádena y Arroyo de la Miel siempre quedaran agradecidos por los momentos tan agradables que nos ofreció con sus proyecciones del séptimo arte, en una época complicada y de pocos recursos.

III Tomo de Historias de Benalmádena. Año 2016.pag.85