Hoy les traigo esta Credencial de Vigilante de Agua del partido ‘La Víbora’ año 1942. Quizás la primera credencial tras la Guerra Civil. No tendría mayor importancia si no observamos la redacción del mismo y la firma del alcalde de entonces, Juan Martín Martín. Por cierto, abuelo de Juan Antonio Lara. En el mismo se hace constar, la decisión se toma en asamblea de labradores y propietarios del partido “La Cazalla” distrito de Víbora, Viñuela y otros de este ramal o comunidad de regantes. Se acordó por absoluta mayoría de los asistentes previa convocatoria, designar al vecino Antonio Martín Márquez, como vigilante encargado de la distribución de aguas en el expresado partido y procedente del manantial de la Cazalla, por el año 1942 con las atribuciones y derechos que le son peculiares.
Lo que llama la atención es que esta decisión se adopta por acuerdo democrático en tiempos de dictadura, lo que dice mucho y bien de este alcalde, que no utiliza el decreto de “ordeno y mando” cómo hubiese sido lo normal en aquella época. También se observa la ausencia de la clásica despedida “Dios guarde a Vd. muchos años.”
En años posteriores los ‘Vigilantes de aguas’ adoptaron el nombre de ‘Alcaldes de aguas’ con las mismos atribuciones y cometidos.
Sus trabajos consistían en repartir las aguas por las acequias y huertas, vigilando las horas que cada regante tenia adjudicada
Para ser Alcalde de Agua solo bastaba que fuese un hombre justo y honrado; que creyera en la igualdad sobre todas las cosas y se mantuviera alejado de posibles sobornos e irregularidades. Los Vigilantes o Alcaldes de agua eran hombres de los pies a la cabeza, serios y encomiados. Tenían como responsabilidad, una misión a veces difícil de cumplir, porque incluso la lluvia que es regalada, no cae al gusto de todos. Sus trabajos consistían en repartir las aguas por las acequias y huertas, vigilando las horas que cada regante tenia adjudicada.
En Benalmádena Pueblo además del indicado Antonio Martín, se recuerdan Rafael Soto, Tomás Balbuena, Lázaro Lara, Tomás Soto, Manuel Jiménez y José Jaime. En Arroyo de la Miel ejercieron Francisco Márquez, José Márquez, Alonso Gambero y Manuel Gambero. Este último ejerció su labor desde 1963 hasta principios de los 70, por cierto, Manuel Gambero perdió dos dedos de la mano cuando bajaba el portón de una acequia.
Los Alcaldes de Agua dejaron de existir a partir de la canalización del agua y desaparición de los cauces naturales al aire libre, en favor de las urbanizaciones que se construyeron en el boom del siglo XX.